sábado, 12 de noviembre de 2016

BENDICION DE LA GRUTA DE CATALINA MC AULEY CEPRO NS DE LA MISERICORDIA

CELEBREMOS EL 175 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE
CATALINA MC.AULEY

















INTRODUCCIÓN: Buenas tardes hermanas y hermanos. Nos reunimos hoy 11 de noviembre de 2016 aquí en Alto Trujillo, en el local del CETPRO “Nuestra Señora de la Misericordia”, para conmemorar dos acontecimientos: 50 años de la llegada de las Hermanas de la Misericordia de Irlanda a Trujillo – Perú y los 175 años de la muerte humana de Catalina McAuley, fundadora de la Congregación de las “Hermanas de la Misericordia”.

1.   SALUDO INICIAL
Te alabamos Dios de toda consolación. Danos consuelo y esperanza ante la muerte de nuestros seres queridos. En Ti, Oh Dios, la vida no termina, sino que se transforma. La muerte ha sido vencida.
2.   CANTO

3.   RITUAL
Guía: Sé que mi Redentor vive y que yo he de resucitar en el último día.
Todas: En mi cuerpo complaceré a Dios, mi Salvador.
Guía: Veremos a nuestro Dios.
Todas: Y gozaremos de la dulzura de la vida eterna.
Guía: Gloria a Ti, Dios de vivos y muertos. Gloria a Ti, Jesús, el primogénito de la creación. Gloria a Ti, Espíritu, que estableces tu morada en nosotras.
Todas: Como era en el principio, ahora y siempre. Amén.

4.   LECTURA
Jn. 14,1-4
Carta de Catalina McAuley:
La Hna. Mary Elizabeth Moore, quien estaba presente a la muerte de Catalina nos dice:
“Qué diré de la muerte de nuestra querida Reverenda Madre, sino que tuvo la muerte de una santa, y que se estuvo preparando para ello desde unos meses antes, sin decir nada al respecto.
A las cuatro de la mañana del día 11 de noviembre de 1841, en que falleció, ató sus botas y se las dio  a una de las hermanas jóvenes con la orden de que lo quemara cerca del fuego hasta que todo estuviera consumado. Luego ordenó que movieran su cama al centro de la habitación porque pronto iba a necesitar aire.
A las nueve se celebró Misa en la habitación. A pedido de ella, todas las hermanas estuvieron presentes con sus capas y velas. Le dio a cada una su bendición por separado y le dijo a cada una algo apropiado. A la hermana Genoveva, le dijo que era muy feliz. Su agonía empezó a eso de las once de la mañana.
Durante el día recibió al doctor y le dijo con su calma usual que la escena estaba llegando a su fin.
A las 6.30 de la tarde, cuando suponíamos que estaba perdiendo sus sentidos, rezamos en voz más alta. Sonrió dulcemente y dijo: “No hay necesidad mis queridas, oigo claramente”, y pidió que se le pusiera la vela en la mano. Nunca pensé que fuese posible que la naturaleza humana tuviera semejante control de sí hasta el último suspiro de su vida.
Dejó una bendición especial para las madres que estaban ausentes. Murió a las 7.50 de la noche.
El cuerpo de la fundadora estuvo expuesto desde el jueves hasta el lunes 15 de noviembre, cuando se cantó un Réquiem Solemne.
El sepelio en el jardín al lado del convento hecho de acuerdo a las costumbres de la época, fue muy prolongado. El cajón no se cerró hasta  que la procesión llegó a la tumba, para un último adiós.
Su muerte, como la de toda persona importante, tuvo un significado nacional e internacional.
5.   CANTO

6.   PETICIONES
En este 175  aniversario del fallecimiento de Catalina McAuley, la recordamos junto a todas nuestras hermanas que entregaron sus vidas al servicio de sus semejantes, y te presentamos con fe nuestras oraciones.
1.   Pedimos por todas las Hermanas de la Misericordia que han dejado esta vida, que se encuentren gozando de la vida eterna en la presencia de Dios, especialmente por Catalina McAuley, Gabriela O’Donell, Luisa Kerr, Benigna Cremmins, Alberta Connolly, Angela O’Sullivan, Margarita McEnery y Columba Barret. Roguemos al Señor.
2.   Te pedimos por las personas que se aproximan al momento de su muerte, para que la esperanza de la vida eterna les de consuelo.
3.   Por todas las Hermanas de la Misericordia que han trabajado en Perú, especialmente por las hermanas Josefina y Debbie que iniciaron la Misión en el barrio 2ª y por la hermana Maura que nos visita. Roguemos al Señor.
4.   Por las hermanas que continúan compartiendo el Carisma de Misericordia en nuestros pueblos, hermanas Inmaculada, Catalina, Maureen, Calixta, Juanita, Aurea, Angélica, Erika y Dora. Roguemos al Señor.
5.   Te pedimos por las Hermanas de la Misericordia en todo el mundo y por sus colaboradores, para que la vida y la muerte de Catalina continúe llamándonos a abrazar el espíritu de la hospitalidad y el servicio.
6.   Por nuestros benefactores: Ministerio El Buen Pastor y por la Fundación La Mesa del Padre de Estados Unidos, por el Fondo de Solidaridad de Irlanda y por todas las personas que han colaborado  para esta celebración, que el Señor les conceda abundantes bendiciones. Roguemos al Señor.
7.   Por cada uno de nuestros invitados aquí presentes: Autoridades, comunidades cristianas, familiares y amistades, que el Señor Jesús les conceda lo que necesitan en su vida espiritual y material. Roguemos al Señor.
8.   Por todos los pueblos donde las Hermanas de la Misericordia comparten sus vidas, especialmente por los pobres, enfermos y marginados, para que recuperen su dignidad y vivan como hijos e hijas de Dios. Roguemos al Señor.
9.   Por el CETPRO “Nuestra Señora de la Misericordia”, por la Directora, por el personal docente, administrativo, asesor, psicólogo, abogada, estudiantes y ex alumnas, pidamos bendiciones para cada uno de ellos y sus hogares. Roguemos al Señor.
10.        Por el descanso eterno del padre Patricio O’Brien, primer Director del CETPRO. Roguemos al Señor.

7.   OFRENDAS
En su bautismo, Catalina McAuley recibió la vida de Cristo Jesús. Que esta vela, símbolo del Señor Resucitado, nos recuerde la presencia de Cristo en su vida, y la luz que ella ofrece para su pueblo y para todo el mundo.
(Se enciende la vela y se presenta)
Catalina McAuley le entregó todo a Dios y ofreció su vida a la Misión de Misericordia, por medio de sus votos de pobreza, castidad, obediencia y servicio a los pobres. Ofrecemos este arreglo floral como símbolo de su consagración y entrega.
(Se coloca el arreglo)
Catalina McAuley compartió la muerte y resurrección de Cristo Jesús. Así como Dios derramó su Misericordia sobre ella, así irradió ella la Misericordia al Pueblo de Dios. Presentamos la Cruz de la Misericordia como símbolo de su fidelidad al carisma.
(Se coloca la Cruz de la Misericordia)

8.   BENDICIÓN DE LA GRUTA





9.   ORACIÓN FINAL Y BENDICIÓN
Dios de los vivos y de los muertos, por el poder de la Resurrección de Cristo has derrotado para siempre al pecado y a la muerte. Catalina McAuley nos enseñó que cada día es un paso hacia la eternidad, y así continuaremos paso a paso hasta el día en que demos el último que nos llevará a tu Presencia. Apura nuestro regreso a casa donde nos reuniremos con nuestros seres queridos y donde serán enjugadas todas nuestras lágrimas. Te lo pedimos por Jesús, nuestro redentor y hermano. Amén.

Bendición:
Que el Dios de la Misericordia nos bendiga y nos proteja. Amén.
Que el Dios de la Paz nos consuele en los momentos de prueba. Amén.
Que el Dios de todo consuelo nos preserve para la vida eterna. Amén.

10.               CANTO


“Si amamos a Dios, sin duda amaremos también a nuestro prójimo”























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